Aprendes a nadar cuando tienes que saltar al agua. O lo haces o te ahogas. Las crisis transforman. Es lo bueno que tienen estos ciclos malditos (pero necesarios) de la economía. Solo conozco dos formas de nadar: o haces lo de siempre, pero mejor y a menos precio, o haces algo diferente. El tradicional mercado de la higiene ambiental da poco de sí: En higienización de conductos: sin novedades apreciables en los últimos 15 años. Las mismas técnicas. Menores precios. Menor demanda. Mucha normativa, pero ninguna inspección. Poco más.
En prevención de legionela: un mercado prostituido y hastiado. Falta de profesionalidad y honestidad en el sector. Inspección sin suficiente formación, recursos y voluntad. Y una total ausencia de demanda de responsabilidades.
Algo de recorrido adicional con la certificación en materia de CAI. Pero es esperable un rápido crecimiento de la competencia; de nuevo, el precio como factor decisivo.
¿Qué hemos hecho en ambientCare?: Fijar un nuevo horizonte. Por una parte, en el mercado tradicional,
mantener nuestra filosofía: nunca competir por el precio (salvo errores de cálculo). Hacerlo con nuestros valores: experiencia, honestidad y una enorme vocación de servicio.
Consecuencia 1ª: Drástica reducción del negocio tradicional, que evidencia lo previsible: la higiene ambiental no es una demanda del mercado; solo una exigencia legal.
Consecuencia 2ª: Impulso decidido, sin retorno, de la otra alternativa: las nuevas tecnologías como motor de nuestra estrategia de crecimiento. Nuevos mercados a nivel nacional e internacional, con productos y servicios diferenciados. En 2008, albores de la crisis, empezamos a buscar alternativas a los biocidas para combatir la legionela. Invertimos centenas de miles de euros. Discusiones, debates, fracasos en la estrategia comercial y mucho, mucho esfuerzo y
una firme apuesta por la innovación y desarrollo de aplicaciones de las nuevas tecnologías. Y una nos llevó a otra, y ésta a otra, y a otra; y nos introdujimos en nuevos sectores (alimentario, automovilístico, nuclear, petroquímico…), en nuevos nichos (procesos, lavados, reciclado, depuración…) y, con más esfuerzos económicos adicionales, que nos pusieron al límite de nuestras fuerzas, salimos de España, sin abandonarla.
- Nueva Consecuencia 1ª: ahora ofrecemos soluciones que precisan los mercados.
- Nueva Consecuencia 2ª: los proveedores más tecnológicos (de grafeno, biopolímeros, nanotecnoproductos, ingenierías, etc.) nos reconocen como un socio colaborador a quien confiar el desarrollo de aplicaciones para sus propios productos y con quien ir de la mano de igual a igual.
- Nueva Consecuencia 3ª: una cada vez más decidida y definida presencia en segundos países de Europa (Hungría, Serbia, Eslovaquia, Montenegro), de América (México, Colombia, Perú, Ecuador, Chile, Panamá, Costa Rica, Uruguay) de África (Nigeria, RD Congo) y, aún muy en sus primeros pasos, Eurasia (Kazajstán).
vicente m. picó | dirección general ambientCare